sábado, 23 de julio de 2011

CON LAS GARRAS AFILADAS


Uruguay y Paraguay disputarán la final de la edición número 43 de la Copa América este domingo a las 16 hs en el Estadio Monumental de Núñez en Buenos Aires.

Ambos equipos tienen varias cosas en común que hacen del partido difícil de pronosticar, a pesar de que la gran mayoría dé a Uruguay como el candidato para obtener el título. No solo por lo hecho ante Perú en semifinales, sino que también por todo el trabajo que viene realizando desde hace tiempo, con un grupo constante y muy unido, y que además cuenta con figuras de clase mundial como Forlán y Suárez.


Pero del otro lado hay un equipo sumamente fuerte. Es cierto que Paraguay no ganó todavía en la Copa, que arrancó muy bien y que su nivel ha bajado considerablemente. Pero también es cierto que no ha perdido y por lo tanto nada asegura que eso suceda en la final. Cinco empates, dos victorias por penales, 5 goles a favor y 5 goles en contra es lo que ha realizado el equipo guaraní hasta ahora en el torneo.

Si uno analiza sus partidos puede ver que el primer tiempo ante Ecuador ene l arranque del torneo fue de lo mejor  que un equipo hizo en toda la competición, con una presión en 3/4 de cancha tremenda y donde generó muchas chances y no las logró concretar. Luego vino el partido contra Brasil, donde fue superior, jugó de forma inteligente, se recuperó de un gol de desventaja y se le escapó el triunfo en los últimos minutos. En su último partido de grupo exhibió su potencial de juego aéreo, marcando tres goles, pero también mostró deficiencias en la marca de las mismas situaciones en su contra, ya que Venezuela le empató en la hora a través de dos pelotas paradas. Sus partidos en la fase eliminatoria mostraron lo peor del equipo, siendo superados claramente en los 120 minutos por Brasil y salvo el comienzo, también por Venezuela. Sin embargo ganó ambos por penales, con un arquero inspirado y con la dosis de suerte necesaria para llegar a la final.


Quizás no es "justo" que esté en la final, pero la realidad marca que disputará el título, pero está claro que no viene jugando bien. Yo escucho opiniones de que juega defensivo que pone  a los 10 jugadores en el área chica y todas esos comentarios que tratan de desprestigiar lo que hizo el equipo. Lo que veo, sin embargo, es a un equipo que realmente no juega bien. Paraguay siempre se destacó por su fútbol defensivo pero aguerrido, fuerte en la pelota parada, batallador y con mucha garra. Hoy por hoy veo a un equipo mal físicamente, que comete muchos errores en defensa, que no aprovecha las pelotas paradas, que no sabe como llegar al arco y que por momentos parece apostarle todo a los penales pero haciéndolo mal. Antes si Paraguay se proponía a aguantar y defenderse no le tiraban ni un tiro al arco. Hoy le llegan por todos lados y Villar es figura. Ante Venezuela intentó algo distinto, con más toque y técnica en el medio y que al principio funcionó bien, pero que fue bajando de nivel producto de que se vieron rendimientos individuales muy malos, como el de Barreto y Barrios.

Habrá que ver como plantea el Tata Martino el partido de cara a la final, pero todos en Paraguay saben que tienen que mejorar muchísimo si desean quedarse con el título. Las lesiones, sanciones y el enorme desgaste físico hace que los guaraníes no puedan darse el lujo de apostar a otros 120 minutos y penales. Lo dijo Villar y lo dijo Martino. Y también saben que Uruguay está con confianza, está jugando muy bien y tiene jugadores en ofensiva que están por encima de los Venezuela e incluso que los de Brasil y Ecuador.Tanto Suárez como Forlán son los delanteros más peligrosos que tendrá que enfrentar y la pelota parada de Uruguay es superior también. 


Ojalá sigan jugando así de mal, que no les salgan ni tres pases seguidos, no hagan un solo tiro al arco y ni un buen centro a la olla bien. Pero todos sabemos que esto es fútbol, que cualquier cosa puede pasar y que una casualidad, un rebote, un error o cualquier mínimo detalle puede cambiar un partido. Y un día Paraguay puede acordarse de jugar como sabe, y si lo hace en la final las cosas serán incluso más complicadas para Uruguay.

Los jugadores, el Maestro y todo el fútbol uruguayo se merecen este título. Yo odio usar la frase "merecer" en fútbol, pero en este caso creo que es justo. No por este mes, sino por o que han hecho por el deporte en el país, volviendo hacer creer a la gente en que la gloria deportiva es posible, haciendo que se una detrás de esa camiseta celeste sin importar quien o qué es lo que se juega. Sería el triunfo de un proceso duro y largo que ha llevado a estos logros. Un título sería el mayor reconocimiento a ese trabajo realizado. Se tiene que dar.

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