domingo, 29 de enero de 2012

EL IMBATIBLE

Primer post del año (iba a hacer uno de la Copa de África pero por razones personales que algunos conocen no estaba ni de humor ni con tiempo como para hacerla) tiene que ser sobre el interminable y "record-breaking" partido de 5 horas y 53 minutos que demostró varias cosas.

La final de Grand Slam más larga de la historia

La primera que el serbio Novak Djokovic es merecidamente el número 1 del mundo y el mejor jugador de la actualidad. Lo demostró con los tres títulos de GS del año pasado y con las incontables palizas que brindó diestra y siniestra a lo largo del 2011. Y su nivel, que si bien no es el mismo del año pasado, está apenas por debajo de lo que fuera esa impresionante racha de 43 partidos y eso ya es decir mucho. Sufrió ante Murray y hoy de nuevo ante Rafa, pero a su juego ultra solido le ha agregado una resistencia mental y física que antes no tenía. Aguantar dos partidos tan duros como el de la final y semifinal no es changa y Nole lo logró.

Nole le da duro...

La segunda que el español Rafael Nadal es uno de los mejores tenistas que han pisado un court y sin dudas el que más corazón, garra y entrega pone en cada partido, no de ahora, sino de todos los tiempos. Yo tengo que admitir que cuando el recién empezaba me caía muy mal. Sus gestos, el que fuera solo defensa y todo eso me provocaba rechazo. Pero con el correr del tiempo no solo me fue ganando a mí, sino que a muchos. Es que lo que hace adentro de una cancha es tremendo. El tipo va perdiendo, va ganando y sigue enchufado siempre. Esa mentalidad es inigualable y parecía inclaudicable hasta que llegó Novak y se le vió humano. Hoy pasó por todo eso, de ser ese toro salvaje a mostrarse como un pichón indefenso con cara desesperada. Y siguió luchando y lo hizo hasta el final.

Y Rafa, como siempre, responde

La tercera que el tenis, gracias a gente como Rafa, Nole y Roger, y gracias a partidos como estos, se está convirtiendo en un fenómeno global impresionante. Ya no es el deporte de ricos, el deporte "blanco". Ahora todo el mundo que ve un partido de estos monstruos se queda viéndolo y disfrutándolo como el más fanático. Y es que uno vibra con cada punto, con cada esfuerzo de los jugadores y se da cuenta de todo lo que tiene para ofrecer este deporte, la lucha mano a mano que significa y que puede cambiar con un punto. Hoy por ejemplo, se jugaron 369 puntos y quizás hubo un punto clave que terminó cambiando el desarrollo del partido. Nadal sacaba 4-2 30-15 en el quinto set y tuvo una pelota extremadamente fácil, que era solamente empujarla para ganar el punto y arañar una ventaja de 5-2 con todo lo que ello conlleva, y lo falló. Por qué? Por apurado, por la tensión, por confianza... vaya uno a saber. Pero lo falló, quedaron 30 iguales, Djokovic metió un par de buenos tiros, recuperó el quiebre y el "momentum" del partido pasó a su lado. Cinco juegos más tarde el serbio se tiraría al piso y festejaría un triunfo inolvidable.

Vencedor y vencido

Para Djokovic esto es un logro importante. Quinto Grand Slam de su carrera, tercero en Australia y la posibilidad de seguir haciendo historia y meterse entre los más grandes de este deporte. Además, el 7-0 en finales que le viene endosando a Rafa hará del español un rival al que le tiene comida la moral y eso es una ventaja para futuros enfrentamientos que marca mucho. Le pasa al balear lo inverso cada vez que enfrenta a Roger Federer. No queda más que preguntarle al suizo si será importante esto de la "paternidad". Djokovic hoy por hoy es el mejor y tanto ante Murray como ante Nadal tiene ventaja moral y tenística. Solo Federer le puede hacer daño, es el rival que más le cuesta al serbio. El problema que Federer ante los otros dos pierde, y entonces Nole aparece como imbatible.

El Imbatible
La verdad que es poco probalbe que esta racha se detenga a menos que algún jugador realmente consiga el nivel necesario como para hacerle frente. Nadal hoy demostró que incluso jugando su mejor tenis no puede. Murray lo mismo un par de noches atrás. Quizás Del Potro pueda tener una buena temporada e irrumpir, pero lo veo difícil. A esta altura es esperar y ver si Novak Djokovic no se convierte en el primer jugador en ganar EL Grand Slam desde que la leyenda australiana Rod Laver (el veterano que estaba en la entrega de ceremonias y a quién está dedicado el nombre del principal estadio del Australian Open) lo consiguiera por segunda vez en 1969. Por lo tanto, la pregunta que todos nos hacemos es quién podrá detener a Novak Djokovic?