martes, 13 de julio de 2010

Lo que dejó SUDÁFRICA 2010

Desafortunadamente se terminó el mundial, a volver a la normalidad (lo que nos espera ahora según el Castigador de Quenonino)después de un mes y pico de puro fútbol, pero nunca nos empachamos y queremos más, nadie quería que terminara esta fiesta. Pero llegó a su fin y habrá que esperar 4 años más para vivir una fiesta así, esta vez en Brasil 2014 que seguro será impresionante y esperamos estar ahí, ya que tan lejos no es. Pero ahora falta mucho y por lo tanto seguimos con la mente un ratito más en Sudáfrica, viendo lo que nos dejó el mundial.

Un mundial que arrancó el ya lejano 11 de junio, cuando Tshabalala (famoso por dos semanas... o menos) metió el primer gol del mundial, en ese partido inaugural en el Soccer City ante México. Antes que eso hubo de todo, apuestas para ver quien ganaba, pencas o porras (o como se diga)en el trabajo, liceo, facultad, etc. Lesionados, ausencias de renombre, preparaciones de todo tipo, amistosos por todos lados, la Jabulani que era un desastre (y terminó siendolo...) y una fiebre de mundial que iba tomando temperatura con el correr de los días y que estalló finalmente en esa primera semana del mundial. Empates en el primer día y después ver a dos candidatazos debutar el sábado, la goleada de Alemania y partidos que parecían chatos y apagados, donde todos los periodistas ya estaban descontentos por el bajo nivel del mundial y los pocos goles que se veían. Pero el nivel fue subiendo así como el tronar de las ya famosas "vuvuzelas" (simples cornetas, made in China, que nada tienen de especial... salvo que te atomizan) y en la segunda fecha vimos partidos ya más entretenidos y abiertos, para luego vibrar con definiciones infartantes en los últimos partidos de cada grupo, algo que no es tan normal y que no sucedió en Alemania 2006.

Esa emoción nos deparó en "el verdadero mundial", o sea, los octavos de final en adelante, donde el que gana sigue y el que pierde... pa' casita. Ya para ese momento varias "potencias" quedaban afuera, Francia e Italia dando lástima e Inglaterra siendo goleada por Alemania. Ese mismo día llegó la polémica, un sábado que quedará para la historia por dos fallos monumentales de los líneas de dos árbitros que venían haciendo un buen mundial. Ahí se desató el debate de la tecnología y de que esto no puede ser así y demás etcéteras con respecto a ese tema. La cosa es que el mundial siguió y todo hacía parecer que Europa volvería a fallar en obtener una copa fuera de su continente, con los sudamericanos haciendo un gran mundial y colocando a 4 de 5 participantes en cuartos de final. Estos cuartos que serán históricos por donde se los mire, con el partido más vibrante e increible del mundial entre Uruguay y Ghana, con el momento "top" del mundial: la mano de Suárez o "de Dios y la Virgen" como diría Tabárez, además de la picadita del Loco Abreu al mejor estilo propaganda de Ancel (menos mal que no lo hizo para una multinacional...). También vivimos la debacle del Brasil candidatazo de Dunga, donde se los vio por primera vez en su historia totalmente descontrolados y fuera de si para quedar afuera de forma impensada. No podemos olvidarnos del partido que iba a ser "el del mundial" y fue un baile alemán sobre la Argentina de Maradona. Y por si fuera poco el último sudamericano, Paraguay, lo dio todo pero perdió ante España en un partido loco con dos penales, bah en realidad 3 penales, en misma cantidad de minutos, dos errados y uno invalidado, pero que terminó con victoria española y tres europeos en semifinales.

Tras el milagro con Ghana, Uruguay dejó todo para derrotar a Holanda y estuvo muy cerca de conseguirlo, llevandose el reconocimiento del fútbol mundial por esa entrega y disposición por la camiseta, pero la victoria holandesa dejó bien claro que el mundial iba para Europa (para alegría de Sepp Blatter que no obviamente quería a Uruguay en insanticas tan altas). Por el otro lado se esperaba un partidazo entre Alemania y España, pero fue un nuevo paseo, esta vez español, ya que los pobres alemanes no la vieron ni en figurita y sufrieron una nueva elminación en semifinales, algo que hizo saltar a la fama a otro personaje que quedará para la historia gracias a este mundial: el gran Pulpo Paul, el adivino infalible que acertó todos los resultados que le propusieron adivinar. Así se llegó a la final inédita entre Holanda y España, donde un nuevo comenzal se iba a sentar en la mesa de campeones del mundo. Antes de eso se jugó el mejor partido del mundial por el tercer puesto, donde Alemania y Uruguay se la jugaron por el honor y lo dieron todo para ganar, brindando un lindo espectáculo y a unos centímetros de ver un tiempo extra. Fue 3-2 para Alemania y un gran plato de entrada para la fiesta máxima del fútbol: la final del mundo. Una final que se caracterizó por el juego brusco y las impresiciones, dandole una vez más la razón a algo que ya parece una certeza: las finales nunca son bonitas. Tras varios momentos de kung-fu, karate y demás artes marciales llegó el gol de Iniesta y todo se acabó. España campeón, fiesta celebración y la envidia del mundo entero de ver a esos 23 jugadores festejar.

Tras la fiesta, queda la resaca, se movieron miles de millones de dolares por este evento, tanto para la FIFA, como para que Sudáfrica siga mejorando y creciendo tras este evento, como para Twitter, revoución mediática del mundial, y también para todos aquellos que pusieron plata para patrocinar este evento o simplemente "curraron" gracias a él. También habrán muchos festejando que su "caballo ganador" era España y se ganaron unos cuantos pesos, y también habrá otros lamentandose que sus caballos fueron un desastre y les hicieron perder plata. Atrás quedan las "novias del mundial" y todas las apuestas de desnudos si tal o cual ganaba (terminó ganando la selección por la cual nadie iba a desnudarse...), también nos olvidaremos de las vuvuzelas, y su constante zumbido enloquecedor, pero que ya cambiaron para siempre la historia de las cornetas (ahora es vuvuzela p'aqui, vuvuzela p'alla... cuando son cornetas) y además ya nos acostumbramos a escucharlas y las ignoramos. Se nos retira el pulpo Paul y sus predicciones infalibles. No podremos olvidarnos tampoco de la revolución televisiva que significó este mundial y todo lo que nos brindó a los desafortunados que nos quedamos en casa. El HD es casi como estar viendo el partido en vivo, sumado a las repeticiones en cámara lenta y tomas inverosímiles conseguidas por la cantidad impresionante de cámaras en cada estadio y para cada ocasión. Además fue un mundial donde la tecnología nos ayudó a ver cuantos pases hizo tal o cual, y quién se equivocó más, con datos de todo tipo y color sobre cada uno de los jugadores, además de tener la información al instante. Dejaremos de escuchar cada día el Waka Waka y el Wavin' Flag y volveremos a la música de todos los días y todo va volviendo a la normalidad. Llegan las selecciones con las fiestas o las puteadas, los jugadores se van de vacaciones y a preocuparse por otras cosas. Que la crisis, que el crimen, el tiempo feo (hay que frio!!) y demás preocupaciones mundanas y aburridas, que nada se comparan con comentar lo bien que juega Özil o que desastre los árbitros y ese tipo de preocupaciones realmente entretenidas e importantes en nuestras vidas...

Lo que si queda claro es que este es el evento popular más grande del mundo, no caben dudas de que el mundial de fútbol supera todo lo conocido, porque el movimiento de prensa, la cobertura que se hizo del mundial y que todos los ojos del mundo estuvieran pendientes de lo que ocurría en cada estadio de Sudáfrica, deja claro que ya no hay nada superior. Muchos podrán decir que los Juegos Olímpicos son más, pero para mi no. Que 736 deportistas muevan tanto es incomparable y evidencian el fútbol es claramente el movimiento popular más grande que existe por lejos.

Así que decimos adios a los Soccer City, Ellis Park, Loftus Versfeld, Mbombela, Royal Bafokeng, Free State, Durban, Nelson Mandela Bay, Peter Mokaba y el Green Point; al paisaje increible de Sudáfrica, mucho más que solo safari; y al pueblo sudafricano, que sin ser futbolero, se brindó al máximo para que esta fiesta sea lo mejor posible. Y creo que lo fue. Ahora hasta Brasil 2014, pero falta tanto que volveremos ahora nomás, porque la pelota nuestra sigue rodando... y no para.

No hay comentarios: