Pasó la primera mitad de la fase de grupos y el mundial de
rugby no ha deparado sorpresas salvo una: la derrota de Australia a manos de
Irlanda. Si bien los del trébol son una de las potencias, esa victoria no
estaba en los planes de nadie y da un vuelco importante a todo el mundial.
Primero porque con cómo estaba hecho el sorteo la final perfecta sería el
ganador del grupo A contra el ganador del grupo C. El problema es que ahora el
ganador del grupo C no es Australia como se pensaba, sino que todo da a indicar
que será Irlanda, a menos que pierda ante Italia, cosa que no es del todo
descartable pero que no parece probable. Entonces si uno hace progresiones el
cuadro quedaría por un lado con los del hemisferio norte y el de abajo con
todas las potencias del hemisferio sur, de acuerdo a la lógica sería más o
menos así:
Esto hace mucho más tentador perder el partido entre Nueva
Zelanda y Francia, choque que a priori significaba mucho para el ganador y que
ahora queda a la inversa. Se especula mucho por estos días si ambos saldrán a
la victoria, yo creo que sí, porque por lo menos escapan de Inglaterra en
cuartos de final y se asegurarían un lugar en semifinales ganando. Claro, las
semis serían ante Australia o Sudáfrica, las más duras que se podían prever. Por
lo tanto hay mucha incertidumbre de cara a ese partido, pero todo hace pensar
que ninguno saldrá a perder, mucho menos Nueva Zelanda de local.
Lo que sí es seguro es que el mundial cambió, y la
posibilidad de ver a Irlanda o Gales en semifinales es muy interesante y da las
claras que si bien este es un deporte bastante previsible, hay sorpresas cuando
las cosas se hacen bien. Y pasa en todos los mundiales esto, no es un caso
aislado, lo cual es aburrido saber de antemano quien va a ganar. Y además
dejaría choques sumamente parejos, interesantes e impredecibles.
Pero más allá de
estas especulaciones, este fin de semana tendremos grandes partidos de rugby. Como
mencionamos, en el grupo A los All Blacks y Les Bleus disputarán el primer
lugar del grupo, partido importantísimo para el futuro de la competición y que
es más parejo, históricamente, de lo que se puede pensar. Se juega a las 5.30
esta madrugada de sábado después del partido entre Inglaterra y Rumanía donde
no se juega nada y donde los de la Rosa intentarán no sufrir las lesiones que
sufrió Australia anoche ante Estados Unidos.
Y el domingo tenemos otros partidazos para ver también,
comenzando con el impredecible Fiji-Samoa que arranca el sábado a las 23.30 y
que es imperdible. Entradas agotadas en Wellington para este partido de los
equipos más “alegres” del torneo pero que a la vez quieren demostrar que están
para cosas importantes. Samoa aparece mejor que los fijianos, pero estos son
capaces de cualquier cosa. Luego vendrá otro partido de las mismas
características que el de Inglaterra cuando Irlanda enfrente a Rusia y
finalmente el otro plato fuerte del fin de semana: Argentina-Escocia a las 4.30
del domingo. Quizás el partido más decisivo de todos, ya que todo hace indicar
que el ganador sigue en Nueva Zelanda y el perdedor arma las maletas. Dificilísimo
pronosticar un ganador y cualquier detalle podrá ser clave para el resultado
final. Aparece mejor en las patadas Escocia, algo que puede ser muy importante
y que Argentina tiene que ajustar para apoyar su superioridad técnica y en el
pack de forwards.
Por lo tanto un interesante fin de semana de rugby donde
muchas cosas se decidirán para el futuro del mundial. Los horarios son
horribles, pero hacer una previa mirando ese Fiji-Samoa es una opción muy, muy
interesante.
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