miércoles, 27 de abril de 2011

A LLORAR AL CUARTITO

El genio blaugrana liquidó la historia a pesar de haber jugado 60' discretos. El mejor del mundo.

El partido del Real Madrid hoy fue una vergüenza para la historia del club y una falta de respeto para los jugadores que tiene. Ir a por el 0-0 a ultranza, sin otra idea que algún pelotazo aislado para Cristiano o una pelota parada, no son armas de un equipo que quiera estar en la final de Champions.

Puede ser que me digan que si no expulsaban a Pepe el partido terminaba así, en tablas y sin goles, y yo lo apoyo ese pensamiento porque realmente no se veía al Barça ni inspirado ni motivado para ir a por la victoria. Se conformó con el resultado, un empate de visitante no es malo, y el planteo del Madrid para anular al Barcelona fue sumamente inteligente y planeado, y había funcionado bien. Los tres del medio esperando tranquilos, con Alonso apretando y siguiendo a Xavi, Pepe anulando cuando podía a Messi sin dejarle recibir cómodo y con Lass dando vueltas y molestando al que estuviera cerca. Ese planteo, más tener a Özil jugando a nada porque no tocó la pelota y se limitó a cubrir un poco las bandas, mientras Di Maria se encargaba de evitar que Dani Alves subiera. Esa fue la idea. Cristiano sólo, apretando arriba solito sin gravitar en lo más mínimo, no tuvo ninguna que no fuera proveniente de una pelota parada. Y de los demás nada. Muy poco en ataque del Madrid para estar jugando en el Bernabeú una semifinal de Champions.

Y del Barça también muy poco. Porque si, tuvo la pelota el 74% del partido pero territorialmente esa posesión fue en defensa y en mitad de cancha, porque nunca pudo organizar juego en los 3/4 del rival, que es cuando el equipo blaugrana es efectivo e imparable. El trivote de Mourinho evitó eso. También el miedo del equipo de Guardiola a encajar un gol de contra evitó eso. Dani Alves no pisó el campo madridista hasta la expulsión de Pepe, Puyol ni cerca estuvo y por eso el Barcelona terminaba todo en un embudo, porque sólo los jugadores del centro la tocaban y lo hacían con mucha presión encima. Por lo tanto o terminaba todo en nada o volvian a empezar con los defensas. Y estos se cansaron de tocar la pelota sin ninguna presión, que cuando ocurrió encontró debilidades importantes sobre todo en Mascherano. Lo vi impreciso con la pelota por momentos y que cuando le conseguian apretar bien, cometió errores que pasaron desapercibidos. Tendría que haber sido un aliciente para el Madrid esos tipos de errores, pero fue tan esporádica esa presión, que quedó en nada. Yo la hubiera utilizado un poquito más.

La expulsión de Pepe fue clave para el transcurso del partido. Para algunos excesiva, para mi justa.

Por lo tanto los dos defraudaron, aunque era previsible si se tiene en cuenta que son dos partidos los que se juegan. Fue aburrido el partido, con muy pocas llegadas, alguna pelota quieta del Madrid, alguna escapada aislada de Villa o Messi, pero nada más. Después vino la expulsión -justificada en mi opinión- y el partido cambió. Xavi ya no tenía tanta presión para manejar la pelota y se pudo juntar mucho más con Busquets y Messi, empezó a funcionar la maquina de Terrassa y con él todo el juego del Barça que empezó a engranar el fútbol que siempre hace y que en estos partidos contra el Madrid no había podido hacer. Y después está Messi. Y cuando se tiene al mejor del mundo nada más que decir. El primero fue casi todo de Affelay, que ha mejorado mucho porque ha entrado en confianza, se le veía timorato en el comienzo con el Barcelona, pero que mostró personalidad tanto con la selección hace unos partidos como hoy. Desbordó a Marcelo (algo que Pedro no hizo en todo el partido) y Messi se encargó de definirlo. El segundo es una obra de arte que me erizó la piel en el momento y ante eso nada más que rendirse y sacarse el sombrero.

Es un 2-0 en ambas series. Y son los que definen como local los que tienen la ventaja de dos goles. Por lo tanto si hay que apostar, los candidatos son fáciles. El Barcelona y el Manchester están muy cerca de repetir la final del 2009. Para mi es justo, los que probablemente sean campeones de las dos mejores ligas del mundo definiendo la final de Champions, es el sueño de todo organizador. Habrá que ver si Madrid o Schalke logran remontadas inéditas -nunca un equipo que perdió 2-0 de local clasificó a la siguiente ronda de una competición europea- y sorprenden. Parece difícil

1 comentario:

Unknown dijo...

excelso análisis