viernes, 21 de octubre de 2011

SE VIENE EL EDENAZO?


Este domingo a las 6 am de Uruguay se define la Rugby World Cup 2011 en una reedición de la primera final de este torneo que cada vez ha crecido más. En el mismo lugar que aquel 20 de junio de 1987, los mismos equipos, Nueva Zelanda y Francia se verán las caras con la intención de unos de repetir aquella victoria 29-9 y de otros de darla vuelta en lo que sería uno de los batacazos deportivos más grandes de la historia y que realmente sería muy parecido al famoso “Maracanazo” y que se convertiría en el “Edenazo”.

Los grandes favoritos, como lo han sido desde que se supo donde se jugaría el mundial, son los All Blacks. Y lo son no solo por ser locales o por tener tradición, sino porque tiene realmente, el mejor equipo del mundo, a pesar de las lesiones. Desde su pack de forwards que presenta un scrum y un line casi perfectos y que son una máquina de llevar el tiempo del partido y de recuperar pelotas, hasta los casi-perfectos backs que son capaces de hacer magia de la nada. Todo el equipo es fuerte y todos los expertos concuerdan que es muy difícil encontrarles un punto débil a estos hombres de negro.

Pero enfrente está Francia, equipo que ha sido, por tradición, el mejor equipo europeo ante Nueva Zelanda. Sacando a Sudáfrica, Australia, los British Lions y el World XV, Francia es el equipo que mejor promedio tiene ante los All Blacks históricamente. Sí, el porcentaje está 74% para los kiwis, pero igual es un número a respetar. Y además está el hecho de que en este mundial Francia ha sido una incógnita en cada partido. Quizás se vieron 40 minutos del verdadero potencial de Les Bleus en todo el mundial, que fue ese primer tiempo impresionante ante Inglaterra, pero después nunca pudo engranar buenos rendimientos, siendo un atenuante importante la división entre el entrenador y sus jugadores.

COMO LLEGAN
Fueron caminos muy distintos los de ambos. Nueva Zelanda derrotó con contundencia a Australia en semifinales, arrollando desde el principio y marcando una diferencia importante en ese primer tiempo y pudo haber sido una goleada aún mayor. Fue 20-6 pero si Piri Weepu hubiera estado un poco más acertado a los palos esa distancia podría haber sido al menos, de 10 puntos más. Y ganarle así a Australia no es fácil. La superioridad mostrada mete miedo y Francia tendrá que entrar mucho más concentrado y preparado para no cometer el mismo error que los Wallabies. Estos intentaron jugar de igual a igual por momentos y se vio claramente que no podían bancar el ritmo y el control territorial fue todo negro.

Pero antes a los All Blacks les costó mucho vencer a Argentina en cuartos, donde los forwards Pumas bancaron de gran forma, cometiendo quizás muchos penales, pero aguantaron más de una hora sin conceder tries y si Piri Weepu no hubiera estado tan acertado, las diferencias hubieran sido más apretadas. Con las debilidades conocidas de Argentina, ese juego de forwards surtió efecto y quizás sería una de las cosas que tiene que repetir Francia para aguantar el embate inicial, generar dudas en jugadores y sobre todo en el público, y tomar la ventaja moral después de esos 20 minutos iniciales. De ahí en más ya habría más posibilidades para el equipo europeo.

Pero como decíamos, Francia está siendo muy impredecible. Ante Inglaterra jugó un primer tiempo perfecto, luego bajó un poco el pie del acelerador y ya se le complicó un poco, pasó de 16-0 en el primer tiempo a 19-12 en el segundo, pero la verdad que emocionó por momentos ver a su capitán Dusatoir dejarlo todo por el equipo y a todos los jugadores tackleando, luchando cada ruck y siendo sumamente disciplinados.

Esa disciplina se repitió en semifinales ante Gales, equipo distinto al inglés y quizás más parecido a lo que proponen los All Blacks, juego ofensivo, atrevido aunque sin tanta contundencia ni empuje en las formaciones fijas. Con uno más desde los 15 minutos, Francia se limitó a tres penales para llegar al 9-8 final. Gales erró mucho en sus intentos a los postes y por eso clasificó el equipo Bleu a la final. Lo que se vio en ese partido es a un equipo francés serio, amarrete sí, pero concentrado en el objetivo. Cuando tuvo que enfriar enfrió, cuando tuvo que tener la pelota lejos de su ingoal lo hizo y así consiguió la victoria. Polémica y discutida, pero victoria al fin.

CLAVES
Si Francia puede repetir lo bueno que dijimos que hizo ante Inglaterra y Gales, además de aprender de los errores y de las virtudes de otros rivales de los All Blacks, quizás puede dar el gran batacazo. Clave para Francia será olvidarse de las divisiones internas, de los problemas y de todo lo que pasa fuera del rectángulo de juego y estar metido al 200% en el partido, desde el himno hasta que el referee marque el final. La actuación de Thierry Dusatoir su capitán y que cuando se enchufa está en todos lados, la precisión de Morgan Parra de cara a los palos, y que su apertura, ya sea Trinh-Duc o Yachvili, esté con todas las luces encendidas para tomar decisiones correctas, serán los puntos fundamentales para el batacazo además de un juego muy completo y dedicado de su delantera y de estar firme en cada situación de contacto y en cada posición fija.

Del lado de Nueva Zelanda se sabe que sus backs son una pesadilla: Cory Jane con su gran juego aéreo y habilidad para escapar de tackles; “la daga” Israel Dagg que se cuela por cualquier resquicio de las defensas; o esos centros poderosos y habilidosos a la vez que son Ma’a Nonu y Conrad Smith. Del lado de los forwards Richie McCaw con toda su experiencia, fuerza y picardía para recuperar pelotas, o el imponente Keiran Ried y el potente y ágil hooker Keven Mealamu, son todas piezas de un engranaje casi perfecto y que dan a esa delantera muchas variantes. Quizás los nervios de su joven apertura Aaron Cruden, quien con 22 años y tan solo 8 caps tendrá que manejar los hilos de los All Blacks en la final del mundo, con 60 mil personas a sus espaldas, sea el punto más débil a priori de este equipo.

Cualquiera sea el resultado, si se da el “Edenazo” francés o si se da la lógica con la victoria All Black, será un gran espectáculo esa final de un mundial que prácticamente desaparece entre semana pero que se vivió con intensidad en cada sábado y domingo, tanto en los países más fanáticos del deporte como en otros que no lo son tanto, como en Uruguay. Mucha gente preguntando como salieron los partidos, como se dieron e incluso discutiendo acerca de las posibilidades de uno u otro en cada encuentro, dan las claras de que este mundial fue bastante exitoso en lo que respecta a la expansión del deporte. No voy a ser tan ingenuo y pensar que ahora se va a tomar la Heineken Cup en serio en todos lados o que el Super Rugby será una gran atracción, pero sí que mucha gente comprendió de que se trata el deporte, vio partidos, se interesó y se volvió por lo menos, simpatizante del rugby, y eso está bueno. Y yo quiero pensar que, por lo menos en mi círculo más cercano, colaboré en parte para eso.

No hay comentarios: