lunes, 5 de julio de 2010

No me pellizques que este sueño está buenazo!!!


Todos embromabamos antes del mundial, diciendo que Uruguay iba a ser campeón, a pesar de ser concientes de que era muy poco probable. Pero hete aquí que esa posibilidad, a falta de menos de una semana para el final del mundial, está vivita y coleando. Todos deseabamos estar en esta situación, pero muy pocos realmente creíamos que sería posible, pero lo es y no es un sueño. Como describir lo que uno siente ahora, cuando se ve tan cerca y a la vez tan lejos. Como describir lo que uno piensa en cada momento que tiene para si, donde la cabeza da vueltas por Sudáfrica y se imagina lo que puede llegar a pasar en tan pocos días. Como describir la esperanza de un pueblo que se ha unido más que nunca, gracias a esos gladiadores que le han dado la alegría más grande en muchisimo tiempo a este paisito, y a todos esos que sin vivir en él, lo quieren más que nunca y se sienten más orgullosos que nunca de flamear su bandera y vestir su camiseta. Es que la celeste está en semifinales y como dice el ya profeta Sergio Gorzy, estamos a dos partidos de ser campeones del mundo.

Yo no quiero llenarme de ilusiones ahora, porque todavía falta, pero es casi imposible no hacerlo, no pensar que dentro de una semana podremos estar viviendo la alegría más grande de nuestras vidas. Sé que es muy difícil y que todas las probabilidades están en nuestra contra, pero... porqué no? Si llegamos hasta acá. Y en este juego nada se puede dar por sentado, y mucho menos en este mundial inolvidable. Pase lo que pase, estos jugadores, este cuerpo técnico y todos los que han hecho posible esto, serán héroes y les estaremos agradecidos, pero ahora hay que pedirles un esfuerzo más, porque sabemos que lo puden hacer y que lo van a hacer.

Del partido con Ghana que más se puede decir que no se haya dicho. Es un partido que solo le pasa a Uruguay, no le puede pasar a otro. Vivir lo que vivimos, sufrir lo que sufrimos, solo nosotros realmente. Es que uno sabe que con la celeste se sufre, lo hemos venido haciendo desde siempre y más en este proceso mundialista que arrancó con la goleada a Bolivia en el Centenario pero que nos hizo atravesar momentos de todo tipo, sufriendo cada partido y cada situación, hasta llevarnos al mundial. Como olvidar la derrota contra Perú, que nos dejaba casi afuera, o ese penal erizante de Forlán en el último minuto contra Ecuador, o el partido con Costa Rica, que parecía no terminar más. Todo eso lo sufrimos y nos acostumbramos a hacerlo y decíamos "más de lo que sufrimos no se puede". Bueno, ahora sí creo que estamos en condiciones de decir que ya es imposible sufrir más que lo que sufrimos la tarde de ese viernes 2 de Julio que quedará para la historia. Porque es imposible imaginarse algo más sufrido que eso, algo más extraordinariamente increíble y agonizante, sentir que las venas te estallan, que el corazón se te sale del pecho y que en cualquier momento palmás ahí mismo viendo este partido que quedará para siempre en nuestros recuerdos y también en la historia de los mundiales.

Cuantas veces vieron la repetición del partido o de las jugadas? Yo ya perdí la cuenta, y cada vez que vi algo del partido era imposible que una sonrisa no se plantara en mi cara cuando Suárez hizo "la atajada del mundial", o que se me erizara la piel al ver el penal del Loco. Que hijo de puta!! Con todas las letras. Creo que nunca se lo putió tanto como ahora, justo cuando nos dio la alegría más grande. O ver de vuelta las reacciones de los jugadores, el desmayo de Castillo, Victorino arrodillado o la carita de Papelito Fernández cuando levanta la cejas al ver que el Loco la picó. Todo te emociona y te hace sentir más vivo que nunca, por más que ya viste todo como 50 veces, siempre algo nuevo ves. Como las locuras del Loco en la tanda de penales, que se para en el punto de la mitad de la cancha y se queda ahí, agarrandose un huevo (literalmente) en cada penal, o las charlas de Muslerita con los palos, esos que son sus amigos y serán nuestros amigos por siempre, sobre todo el travesaño de ese arco, el "del lado de la Amsterdam" del Soccer City de Johannesburg, al que habría que hacer un monumento por algún lado del Parque Batlle, junto con las manos de Suárez, esas que nos dejaron con vida y con la oportuinidad de seguir sufriendo unos minutos más, y que terminaron siendo heróicas por donde se las mire.

Ya hasta nos olvidamos del gol de Forlán, ese que nos hizo gritar gol como locos porque el partido estaba complicado, o de las situaciones tácticas y técnicas del partido, porque no hay necesidad de repasar todo eso, no hace falta, solo tenemos que decir "estamos en semifinales" y con eso alcanza. Que tuvimos suerte? No hay dudas. Que nos tocó un cuadro fácil? Puede ser, pero no es nuestra culpa. Que ahora nos agarra Holanda y nos baja a tierra? Puede ser, pero sabés que? No me importa. Uruguay sigue en carrera a pesar de todo, de todos los contras, de la FIFA, del portugués, de las vuvuzelas... de todo. Y ahora por Holanda, porque el sueño continúa y estos muchachos nos han dado garantías para seguir soñando.

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